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¿Qué es el VIH?
¿Qué fluidos corporales pueden transmitir el VIH?
¿Cuáles son las vías de transmisión?
Prácticas sexuales de riesgo
¿Cómo podemos prevenir?
Diagnóstico precoz
Estigma y discriminación
¿Qué es el VIH?
¿Qué es el VIH?

El VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Humana, es un retrovirus que afecta al sistema de defensas del organismo, llamado sistema inmunológico. Este constituye la defensa natural de nuestro cuerpo frente a bacterias, virus y hongos capaces de invadir nuestro organismo.

El VIH, una vez dentro de nuestro organismo, ataca y destruye los linfocitos CD4, que son las células que forman parte del sistema inmune y que se encargan de la fabricación de anticuerpos para combatir las infecciones.

Una vez debilitado por el VIH, el sistema de defensas permite la aparición de enfermedades. Esta etapa avanzada de la infección por VIH es la que se denomina Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (sida). Esto quiere decir que el sida es un conjunto de síntomas (síndrome) que aparece por una insuficiencia del sistema inmune (inmunodeficiencia) causada por un virus que se transmite de persona a persona (adquirida).

Por eso, no toda persona con VIH tiene sida, pero sí toda persona que presenta un cuadro de sida, tiene VIH. Una persona con VIH no necesariamente desarrolla síntomas o enfermedades. Sin embargo, puede transmitirlo.

Cuando el VIH no recibe el tratamiento de antirretrovirales, reduce la cantidad de células CD4 que hay en el cuerpo, dañando al sistema inmunitario y haciendo que sea cada vez le sea más difícil luchar contra las infecciones y algunas otras enfermedades. Los cánceres o infecciones oportunistas se aprovechan del sistema inmunitario muy débil y son señal de que la persona ha desarrollado el SIDA.

Actualmente, la principal vía de transmisión es a través del contacto sexual.

La infección por VIH continúa siendo un importante problema de salud pública, a pesar de todos los avances producidos durante los últimos años en materia de prevención, diagnóstico y tratamiento.

¿Qué fluidos corporales pueden transmitir el VIH?
¿Qué fluidos corporales pueden transmitir el VIH?

Para que pueda haber transmisión del VIH tienen que darse tres condiciones:

  1. El VIH debe estar presente: Parece evidente, pero el VIH solamente puede transmitirse si una de las personas es portadora del VIH.
  2. Tiene que haber suficiente cantidad de virus para poder transmitirlo: En la sangre es donde hay mayor concentración de virus y, puede bastar una pequeña cantidad para transmitírselo a alguien. Pero la misma cantidad de otros fluidos (como el fluido vaginal) no permitiría la transmisión porque el VIH está mucho menos concentrado en esos fluidos.
  3. El VIH debe entrar en la corriente sanguínea: La piel no permite que el VIH se introduzca en el cuerpo. El VIH puede entrar solo directamente en la que contenga el virus o a través de las membranas mucosas.

Hay que tener en cuenta que para que el VIH se transmita es necesario que esté presente en grandes cantidades en los diferentes fluidos corporales. Estos son:

  • Los fluidos sexuales (semen y flujo vaginal).
  • El moco que humedece las mucosas de la vagina y el ano.
  • La sangre.
  • La leche materna.

La saliva, el sudor, la orina y las heces NO tienen capacidad de transmitir el VIH.

¿Cuáles son las vías de transmisión?
¿Cuáles son las vías de transmisión?

El virus se puede transmitir a otra persona a través de 3 vías de transmisión:

  • Vía sexual: Dentro de la vía sexual se puede producir cuando tiene lugar una penetración (vaginal, oral o anal) sin protección, es decir, sin utilizar ninguna barrera protectora. Es importante recordar que con una sola exposición al virus puede ser suficiente para contraerlo o transmitirlo a otra persona.

El método de prevención recomendado para esta vía de transmisión es el empleo del preservativo –ya sea para el pene o para la vagina- que reduce de manera muy importante el riesgo de transmisión sexual del VIH y de determinadas ITS. Sin embargo, hoy en día se sabe que las personas que tienen una carga viral indetectable gracias al tratamiento tienen un riesgo nulo (o prácticamente nulo) de transmitir el VIH durante las relaciones sexuales con penetración.

  • Vía sanguínea:La transmisión por vía sanguínea se puede producir por cualquier vía que conduzca directamente al flujo sanguíneo. Por ejemplo, cuando se comparten jeringuillas, material de uso personal cortante o que contenga sangre (utensilios de afeitado, cepillos de dientes…) o por hacerse piercings o tatuajes con material que no haya sido esterilizado antes. Para evitar la transmisión sanguínea es importante no compartir jeringuillas ni utensilios personales cortantes o que puedan contener restos de sangre.
  • Vía vertical: la transmisión del virus de madre a bebé (denominada también transmisión vertical) puede producirse durante el embarazo, en el momento del parto o por medio de la lactancia materna. En relación a la transmisión de madre a bebé, la toma de terapia antirretroviral durante el embarazo y el hecho de evitar en la medida de lo posible administrar leche materna, son las estrategias de reducción de riesgos más adecuadas.

Para que el VIH se transmita de una persona a otra una de las dos debe ser portadora del virus y, debe haber un fluido corporal en el que su concentración sea muy alta para que pueda transmitirlo. Y, además, tiene que haber un punto de entrada para que el virus pueda entrar en el torrente sanguíneo de la otra persona.

Estas vías de entrada son:

  • Mucosas: membranas semipermeables que se encuentran en el revestimiento interior de la boca, vagina, pene y recto.
  • Rupturas de la piel: heridas sangrantes.

El VIH no se transmite por actividades cotidianas de convivencia tales como compartir cama, comida, o utilizar el mismo W.C. o lavabo. Tampoco por abrazar, acariciar, besar o dar la mano a una persona con el VIH.

Y tampoco por la picadura de un mosquito o cualquier otro insecto o animal. El virus solo se transmite entre personas, no entre animales.

EL VIH NO SE TRANSMITE POR…

A través de una aguja estéril en una clínica u otro centro sanitario.
Por un mordisco de una persona.
Por una picadura de insecto, incluyendo la de mosquito.
Por vivir en la misma casa que alguien con el VIH.
Por pincharse con una aguja de coser.
Por usar un cuchillo, tenedor, cuchara, taza, plato o cualquier cubierto que haya podido utilizar antes una persona con el VIH.
Por contacto en la piel de fluidos sexuales.
Por contacto de fluidos sexuales en un corte que ya se haya curado. Para que exista riesgo de transmisión, el corte tiene que estar abierto.

Una vez que el VIH se expone al aire o al agua, no puede sobrevivir en el exterior del organismo. Por lo tanto, el virus NO puede adquirirse en los lavabos ni por utilizar cubiertos, vasos, toallas o sabanas que hayan sido usados previamente por una persona con VIH.

En España se analizan todas las donaciones de sangre realizadas, por lo que el riesgo de infección por el VIH mediante estos productos, actualmente es prácticamente nulo.

Además, los estudios realizados hasta el momento concluyen que una persona con VIH bajo tratamiento antirretroviral y con carga viral indetectable de forma mantenida no puede transmitir el virus a otra persona a través de sus fluidos.

Prácticas sexuales de riesgo
Prácticas sexuales de riesgo

La transmisión del VIH se produce cuando existe un nivel suficiente de virus en la sangre, el semen y los fluidos vaginales para entrar en el torrente sanguíneo de una persona, través de las membranas mucosas o pequeñas lesiones en la vagina, el ano, el recto, la boca o la piel.

Las prácticas sexuales que comportan un alto riesgo son las siguientes:

  • Penetración anal sin preservativo
  • Penetración vaginal sin preservativo
  • Sexo vaginal o anal con empleo incorrecto de preservativo
  • Compartir juguetes sexuales sin preservativo para cada nuevo uso

La penetración anal o vaginal sin preservativo comporta un riesgo elevado de infección, tanto para quien realiza la penetración como para la persona que es penetrada. La “marcha atrás” no evita el riesgo de infección, ya que el líquido preseminal puede contener el VIH.

El VIH no puede atravesar la piel. Sin embargo, debido a su pequeño tamaño, hay partes del cuerpo recubiertas por membranas mucosas (como, por ejemplo, el ano y el recto, la vagina, el pene, la boca) que el VIH podría atravesar y alcanzar así el torrente sanguíneo.

Y las que tienen un bajo riesgo:

  • Sexo oral sin protección practicado a un hombre, con o sin eyaculación. El riesgo de transmisión se incrementa si existen lesiones en la mucosa oral de la persona que practica sexo oral.
  • Sexo oral sin protección practicado a una mujer
  • Sexo oro-anal sin protección

El sexo oral es una práctica de bajo riesgo para la transmisión del VIH, porque la cavidad bucal es un entorno hostil para el virus: el VIH tiene poco tiempo de vida al entrar en contacto con el aire, y la saliva contiene encimas y proteínas que lo desactivan, dificultando que el virus llegue al torrente sanguíneo.

Sin embargo, la presencia de otras infecciones de transmisión sexual o llagas y/o heridas profundas en la boca, SI puede facilitar la entrada del virus, en caso de recibir una eyaculación con suficiente carga viral para que ocurra la transmisión.

Si se tienen infecciones de transmisión sexual, aumenta la posibilidad de infección por el VIH, tanto en el sexo anal, vaginal como oral.

Otras prácticas sexuales (besos, masturbación mutua, caricias, abrazos…) NO tienen riesgo de transmisión del VIH.

Cuando se produce la transmisión del VIH, se debe a diversos factores:

  • estado serológico al VIH que tengas tú o tus parejas.
  • relaciones sexuales sin condón.
  • la carga viral.
  • el tipo de relaciones sexuales
  • la genética.
  • la circuncisión,
  • tu estado emocional,
  • las desigualdades de género,
  • el uso de alcohol y/u otras drogas, etc.

Si te preocupa el riesgo tras una práctica sexual, el único modo de saber si tienes el VIH es realizándote una prueba diagnóstica.

A tener en cuenta:

  • Tener una infección de transmisión sexual (incluso sin síntomas) aumenta el riesgo de transmitir o contraer el VIH en una relación sexual.
  • Las personas con una infección reciente por VIH tienen niveles más elevados del virus en la sangre y, por lo tanto, hay una mayor probabilidad de transmisión del VIH durante la fase aguda de la infección (si no se toman las medidas preventivas adecuadas).
  • Las personas que mantienen relaciones sexuales sin protección con más de una pareja en un breve intervalo de tiempo tienen más probabilidades de transmitir o contraer el VIH.
  • Biológicamente, las mujeres son más vulnerables frente al VIH que los hombres en las prácticas sexuales
¿Cómo podemos prevenir?
¿Cómo podemos prevenir?

Ningún método o enfoque de prevención puede poner fin a la epidemia de VIH por sí solo. Diversos métodos e intervenciones han demostrado su efectividad a la hora de reducir el riesgo de infección por el VIH y aumentar la protección ante el mismo.

Las siguientes recomendaciones pueden ser útiles para que cuides tu salud y disfrutes con placer:

  • Practicar el Buen Sexo y el sexo seguro
  • Relaciones sexuales protegidas.
  • Relaciones sexuales sin riesgo de infección por el VIH.
  • Conociendo mi estado serológico: testar tu estado serológico y conocerlo, te permite acceder a un diagnóstico precoz que ayuda a la estabilidad y mejora del pronóstico médico y reducción de daños ante el VIH. Así mismo, el tratamiento reduce en gran medida las posibilidades de transmisión si se mantiene la carga viral indetectable. Y, por supuesto, conociendo nuestro estado serológico podemos poner medidas para mantener sexo seguro con otras personas y evitar nuevas infecciones, que, en nuestro país, la mitad proceden de personas no diagnosticadas.
  • El uso de medicamentos antirretrovíricos como profilaxis previa a la exposición (PrEP).
  • La circuncisión médica masculina voluntaria.
  • Las intervenciones para cambiar las conductas en aras de reducir el número de parejas sexuales.
  • El uso de agujas y jeringas esterilizadas.
  • Actualizar mi información: la información sobre las vías de transmisión, métodos de prevención, es la mejor herramienta para combatir el VIH. LA INFORMACIÓN ES PLACER.

Existen muchas barreras eficaces para prevenir la transmisión del VIH:

Piel: Constituye una excelente barrera frente al VIH, a menos que exista un corte o herida abiertos. El contacto con la piel de fluidos transmisores no supone una vía de transmisión.

Membranas mucosas de la boca, garganta y estómago: Estas membranas constituyen buenas barreras frente a la infección por el VIH, siempre que no presenten irritaciones, cortes, úlceras o llagas.

Saliva: La saliva contiene proteínas y bajo contenido en sal que reducen de forma activa la capacidad de infección del virus. Aunque se detecte el VIH en este medio, es poco probable que haya una cantidad suficiente como para causar infección. El VIH no se transmite por los besos, ni siquiera por medio de los besos profundos.

Aire: El VIH no se transmite a través del aire.

Látex y gomas: Los preservativos evitan la infección por el VIH, así como algunas otras infecciones de transmisión sexual. Y cualquier otra barrera de látex utilizada de manera adecuada.

Diagnóstico precoz
Diagnóstico precoz

En España, un elevado número de personas que presentan infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) desconocen su estado serológico. El diagnóstico tardío es uno de los prin­cipales obstáculos de la respuesta a esta epidemia, ya que aumenta la morbimortalidad asociada, disminuye la respuesta al tratamiento e incrementa la tasa de transmisión y el coste de la asistencia sanitaria.

Conseguir diagnosticar lo antes posible el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia humana), es fundamental para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de las personas que viven con VIH (Virus de la Inmunodeficiencia humana) y por supuesto para prevenir la trasmisión. Es uno de los retos más importantes marcados por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y ligado a la estrategia Fast Track. (Enlace a Fast Track de la página nuestra)

Este tipo de prueba sirve para detectar la infección causada por ese virus, pero no para saber desde cuando cuándo ni si la persona ha desarrollado el sida, pero es crucial para iniciar el tratamiento antirretroviral aumentando la esperanza de vida y gracias al cual, la infección por VIH (Virus de la Inmunodeficiencia humana) se ha convertido en una enfermedad crónica

Las pruebas rápidas de detección de la infección por VIH (Virus de la Inmunodeficiencia humana) son pruebas de cribado basado en técnicas de enzimoinmunoanálisis (técnica de laboratorio de diagnóstico microbiológico indirecto basada en reacciones antígeno-anticuerpo) que utiliza que son de lectura rápida y subjetiva. Un resultado negativo descarta la infección, mientras que un resultado positivo obliga a realizar una prueba de confirmación en un laboratorio clínico, para asegurar la presencia de la infección y poder realizar así el diagnóstico definitivo.

Hay tres tipos principales de pruebas de detección del VIH (Virus de la Inmunodeficiencia humana): Las pruebas de anticuerpos, las pruebas de combinación (de detección de anticuerpos y antígenos) y las pruebas de ácido nucleico. Cada una de estas pruebas tiene un periodo ventana diferente, oscila entre 9 y 90 días desde la práctica de riesgo y depende del tipo de prueba. Por ejemplo, si optas por la prueba de anticuerpos, ésta presenta un periodo ventana de entre 3 y 12 semanas con resultados en 30 minutos.

Las técnicas de cribado emplean bien fluido oral (saliva) o una pequeña muestra de sangre obtenida mediante digito punción.

En la actualidad las pruebas rápidas o de cribado que se emplean pueden ser de 3ª generación- aquellas capaces de detectar anticuerpos frente a los tipos 1 y 2 de VIH- o de 4ª generación, capaces de detectar, además de los anticuerpos anteriores, el antígeno p24 de VIH-1. Son aquellos test de detección en los que no hace falta enviar la muestra a analizar a un laboratorio. Los resultados están disponibles poco después de hacer la prueba (entre 15 y 60 minutos).

Para algunas pruebas rápidas será necesario sacar una gota de sangre (un simple pinchazo en el dedo basta), mientras que en otras simplemente se toma una muestra del fluido oral de las encías.

Estas últimas pruebas suponen un aumento de la fiabilidad de los resultados de la prueba, reduciendo el periodo ventana a 6 semanas frente a los 3 meses de las pruebas de 3ª generación

Estas pruebas se realizan en el ámbito comunitario o asistencial.

Los resultados positivos deben confirmarse con una segunda prueba hospitalaria para poder darle a una persona un diagnóstico definitivo de infección por el VIH.

Estigma y discriminación
Estigma y discriminación

Una de las consecuencias más profundas de la epidemia de VIH, a parte de la incidencia en la salud de las personas, es el estigma y la discriminación que sufren las personas que viven con el VIH. Es complicado desligar los aspectos clínicos de los aspectos sociales. En el ámbito medico se ha avanzado mucho en el tratamiento y en el diagnóstico, aumentando la esperanza y la calidad de vida de las personas que viven con el VIH, pero el rechazo y la discriminación siguen muy presentes.

Esta discriminación atenta contra la dignidad de las personas, vulnerando los derechos humanos más fundamentales.

Además, debido al estigma, se genera un gran obstáculo en el tratamiento y la prevención de VIH, ya que se pueden producir conductas de riesgo por miedo a reconocer el estado serológico, así como miedo a la realización de la prueba, ocultando, por tanto, las prácticas de riesgo llevadas a cabo.

Muchas personas son discriminadas no sólo por vivir con el VIH, sino porque se les presuponen prácticas de riego que no se consideran dentro de la sexualidad hegemónica, como las relacionadas con su sexualidad, su orientación sexual o su identidad de género.

De esta manera, surgen la homofobia y la transfobia como una forma de violencia y discriminación que fomenta un ambiente inseguro para estas personas alejándolas de los servicios de salud preventivos y de atención establecidos. Vincular a la población homosexual, bisexual y transexual con el VIH/SIDA provoca más discriminación cuando lo que realmente provoca la infección por el VIH es el tipo de práctica sexual no protegida.

Con respecto a las mujeres, es necesario tener en cuenta que son más vulnerables a la infección por VIH que los hombres, debido a factores biológicos, socioeconómicos y culturales y las desigualdades y el impacto de la violencia de género en sus diferentes expresiones, es una de las causas más importantes para el aumento de dicha vulnerabilidad con respecto a la transmisión del VIH.

El estigma y la discriminación producen:

  • Miedo al aislamiento social que en muchas ocasiones aleja a las personas seropositivas de los servicios sanitarios para realizarse, incluso, una prueba de detección del VIH.
  • Limitación de las relaciones interpersonales lo que conlleva, de nuevo, al aislamiento.
  • Actitudes de evitación a las visitas médicas que pueden facilitar la transmisión del VIH por desconocimiento del estado serológico.
  • Rechazo social y laboral.

LA INFORMACIÓN ES PLACER: ES UNA CUESTION DE DERECHOS

Enlaces de interés:

http://www.gtt-vih.org/

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